Este sitio Web utiliza cookies propias y de terceros con objeto de mejorar la experiencia de navegación. Si continúa navegando estará aceptando de forma expresa el uso de estas cookies. Puede obtener más información en nuestra página Uso de Cookies

Acepto

¿CÓMO PROTEGER TU PIEL DEL FRÍO?

En el imaginario colectivo existe la creencia que los cuidados de la piel deben ser prioritarios en el verano, especialmente por el impacto que tiene el sol. Sin embargo, debemos tener en cuenta que debemos preparar nuestra piel para cada época, y el invierno no es la excepción.
 
Con la llegada del frío, nuestra piel sufre contrastes de temperatura, calefacción, heladas, nieve y otra serie de efectos adversos que le producen deshidratación, sensibilidad, envejecimiento y tirantez.
 
Por esta razón, en esta ocasión te hemos preparado ocho consejos que te ayudarán a cuidar la piel del frío.
 
1. Comencemos por combatir la deshidratación causada por el frío: elige una buena crema hidratante que lleve componentes humectantes, que atraigan el agua dentro de la piel (por ejemplo, la urea), y también componentes con efecto oclusivo, que sirven de barrera para evitar la evaporación de agua a través de la piel.
 
Recuerda: la mejor manera de combatir la piel seca es hidratarla a diario, después de la ducha (cuando los poros están más abiertos), y antes de irse a la cama.
 
2. Puedes suavizar las arrugas superficiales empleando cosméticos que contengan vitamina C. No olvides que la piel de otras zonas del cuerpo es tan importante como la del rostro, y en esta época en particular el frío actúa en contra de otras zonas como los labios (te recomendamos llevar siempre un bálsamo labial hidratante) y las manos.
 
3. Utiliza siempre protección solar a diario. El índice de protección deberá ser más alto si te gusta realizar actividades al aire libre o deportes de invierno.
 
4. Además de tener una alimentación rica en frutas y verduras, siempre le va bien a nuestra piel añadir complementos nutricionales como vitaminas antioxidantes del grupo A, B, C y E.
 
5. En este sentido, te recomendamos beber agua, pues es la calve de una piel elástica e hidratada. Un consejo útil: el té caliente sin azúcar es agua también, y te puede antojar más, especialmente en los días más fríos.
 
6. La ingesta de alcohol y el consumo de tabaco, junto con el frío, son una mala combinación para la piel: reducen la vascularización superficial en la epidermis y aumentan las rojeces, capilares rotos y la deshidratación.
 
7. Evita los cambios bruscos de temperatura al pasar de la calefacción al aire libre, pues aumenta la posibilidad de aparición de vasos dilatados y capilares rotos. Además, en el coche, por ejemplo, no dirijas la salida de aire caliente del climatizador directamente al rostro.
 
8. Sabemos que en invierno es común el uso de agua caliente para lavarnos las manos, la cara o darnos un baño. Sin embargo, recuerda que las altas temperaturas del agua deshidratan la piel y, por tanto, suponen una pérdida de lubricación, dejándola seca, sin brillo y con una apariencia poco saludable. Te recomendamos no usar el agua muy caliente cuando realices la limpieza de cutis y protege tu piel con jabones suaves o con emolientes y humectantes.